Ese párrafo, a parte de una ida de olla aquí de la escribiente (yo misma) parecerá que cobra un poco más de sentido si os cuento que hace un par de noches, en una de nuestras largas y variadas conversaciones, los Ángeles nos pusimos a recordar la forma en la que nos habíamos conocido, y lo que marcó el inicio de la andadura juntas en nuestra segunda vida. No parece tan importante el cómo y el porqué a estas alturas de la película, lo que más apreciamos es el aquí y el ahora, pero a pesar de todo lo que hemos evolucionado y de lo diferente que es todo de un tiempo a esta parte, alguien con mucha experiencia me dijo alguna vez que cuando se consigue el fin no se deben olvidar nunca los medios y jamás los orígenes, tan importantes como son, ya que constituyen los pilares de lo que aquí y ahora somos.
La primera vez que entré en SL, ufff estaba más perdida que un pulpo en un garaje, supongo que como casi todo el mundo. No entendía demasiado bien qué era aquello en lo que me había metido (¿tp?¿IM?¿lag? perdón, puede hablarme en cristiano??), parecía un juego mezclado con un chat, en el que maravillosamente podías (y puedes) encontrar a gente de todas las partes del mundo. Ese fue el primer atractivo que tuvo para mí, y he de confesar que aunque no es el principal, es uno de los que sigue manteniéndome ahí todos los días como un reloj (cuando RL me deja) en mi dosis nocturna de SL.
Como en la vida real, personas que en principio fueron importantes e imprescindibles, se han ido quedando por el camino, o sencillamente han tomado diferentes opciones que las nuestras y ya no nos vemos ni nos IM’amos tan frecuentemente como antes. En fin, que por unas cosas o por otras, los círculos de amistad se estrechan y, otra vez como en RL, nos acomodamos a nuestro pequeño grupito, tan confortable y con el que tan a gustito nos encontramos.
Este post es en honor a todos vosotros, es para toda esa peña con la que tan buenísimos ratos he pasado, para todos los que habéis logrado que cada día necesite mi ratito en ese mundo que ya es parte del mío personal y propio. Gracias a todos por complementarme, por completar mis ratos de ocio, que aunque escasos, es todo un placer compartir con vosotros.
Sed felices, CARPE DIEM.